Aunque no es común escuchar de personas que se enamoran después de los 60 años, son historias francamente inspiradoras. No es fácil tomar una decisión de iniciar una nueva relación en una etapa avanzada de la vida, por los desafíos y estigmas que pueden enfrentar. Hoy hablaremos de este tema, ya que es importante hacer conciencia de las necesidades de relaciones sentimentales significativas a cualquier edad.
Los cambios y desafíos de la vejez
No es fácil pasar por todos estos cambios y desafíos, pero es aún más difícil si estamos solos. Tal vez sea por eso que, según un estudio de la Universidad de Utah, las personas mayores que están en pareja tienen una vida más satisfactoria. Los beneficios son amplios: tener una pareja nos da compañía y apoyo emocional en momentos difíciles, nos ayuda a mantenernos saludables física y socialmente, y nos hace sentir reconocidos y apreciados. La relación de pareja sentimental es una relación insustituible, y muchas veces forma parte del proceso de superar la muerte de nuestra pareja o una separación, por lo que es prueba de la importancia de ser abiertos con nuestros familiares que enfrentan estas circunstancias.
No hay que olvidar que una buena pareja sentimental nos ayuda a superar mejor la soledad, y no podemos dejar de mencionar el hecho de que tener un compañero nos da un sentido de identidad y pertenencia que nos hace sentirnos mejor con nosotros mismos. Muchas veces estas relaciones comienzan a partir del acompañamiento en momentos difíciles: durante alguna enfermedad, pérdida de un ser querido o la misma pareja, o al compartir intereses en común.
Por supuesto, esto no quiere decir que vamos a dejar de lado a nuestros amigos o familiares, pero sí que es cierto que la relación con nuestra pareja sentimental tiene un carácter especial. Cuando estamos enamorados, todo se ve con otros ojos y es mucho más fácil afrontar los problemas.
Desafíos para el amor después de los sesenta años
No es fácil para nadie enamorarse a cualquier edad, pero después de los 60 años el proceso se vuelve aún más desafiante. Hay que lidiar con la experiencia acumulada, el paso del tiempo y los cambios físicos y emocionales. Para empezar, es probable que la gente de esa edad haya tenido más relaciones amorosas que las personas más jóvenes. Esto les da una mayor sabiduría y una mejor idea de lo que quieren en una pareja. Sin embargo, también pueden ser más selectivos y exigentes, ya que saben lo que no quieren.
Además, después de los 60 años es más probable que la gente esté dispuesta a tomar riesgos. Saben que lo más importante es disfrutar la vida y tener con quién compartirlo, han pasado por muchas experiencias en la vida y han aprendido a valorar las relaciones verdaderamente importantes. El amor es una de esas cosas que merece la pena arriesgarse por él.
Por otro lado, uno de los principales desafíos que enfrentan los adultos mayores que se aventuran en nuevas relaciones es la molestia u oposición de parte de sus hijos al ver su relación como un "capricho" o que "ya no tienen edad para andar en eso". Si usted que está leyendo esto, no planea herir los sentimientos de su padre o madre (o familiar que esté embarcándose en una nueva relación), es comprensible tener una mezcla de emociones al ver salir a su familiar con alguien nuevo. Sin embargo, trate de entender y de no juzgar. Comience una comunicación honesta, para que todos se sientan cómodos al hablar sobre el tema. Recuerde que no se trata sobre usted, sino sobre su familiar y su bienestar.
Tenga presente que la relación entre sus parientes adultos mayores puede ser desafiante en sí misma, antes de involucrar la aprobación de los familiares, especialmente si está luchando con la aceptación o los celos de ver feliz a un ser querido en un nuevo comienzo. Utilice estas emociones positivamente y apóyelos para no perderse en ellas negativamente. Apoyarles puede significar simplemente permitirles su nueva relación, mostrar amor incondicional y respetar su decisión de iniciar un romance con alguien nuevo.
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